La Ciudad

Emotiva carta de despedida de un funcionario renunciante

Se trata de Julio Tuseddo, quien dejó el puesto de titular del CEMA hace solo horas. Se dirige a los vecinos de Mar del Plata y Batán.

La carta de Julio Tussedo dice textualmente:

“Quiero expresar mi agradecimiento a quienes han entendido mi decisión de dar un paso al costado en mi cargo de Director General del CEMA.

Esta utopía que se plantearon como desafío hace unos años los Dres. Ferro y Cristaldi, hoy es una realidad palpable. Los Servicios de Salud del Municipio cuentan con un centro que es un apoyo clave para el Hospital, con tecnología de punta, con profesionales de primera línea en la ciudad y a disposición de quienes más lo necesitan.

Agradezco al Dr. Blanco haberme confiado continuar con la gestión, pero las políticas de salud que se están ejecutando nos diferencian de manera sustantiva, y no hablo de política partidaria sino de “política de salud”; es decir, el conjunto de acciones que se ejecutan en función de un objetivo, en este caso, la salud de la población.

No puedo ser parte de un equipo de gestión con el que no comparto la mayoría de los conceptos, más aún, cuando los míos no son atendidos. Siento, finalmente, que soy un factor que obstruye la tarea y por este motivo presento la renuncia. Quienes estuvimos en el CEMA desde que nació sentimos el orgullo de tener una institución modelo a nivel nacional, quizá con alguna frustración por no haber cumplido de manera óptima uno de nuestros valores guía, la accesibilidad, por la demora de los turnos. Sobre este punto es importante resaltar que fue consecuencia, no solo, de eventuales fallas de las políticas implementadas en el Centro sino también de un modelo de atención históricamente consolidado como hospitalario, es decir, fuera de los Centros de Atención Primaria de la Salud (donde debe estar el médico de cabecera) que finalmente generaba sobredemanda de estudios y prácticas. Este punto nunca fue desentendido, sino que fue abordado de manera de poder entender objetivamente sus causas, a partir de lo cual se generaron acciones que permitieron mejorarlo y, creo yo, mejorará aún más.

Entiendo a la salud como un derecho humano tutelar (que debe ser garantizado) porque junto con Educación son los pilares que aseguran el desarrollo con equidad de un país y no concibo, con el nivel de inversión per cápita en Servicios de Salud que tiene Argentina, que el factor económico sea una justificación para no dar asistencia, más aún cuando se afecta al sector más vulnerable que es a su vez el que más lo necesita.

Creo que los servicios que la Salud Pública no presta, constituye una privatización del mismo. Si el paciente o la familia lo tienen que pagar de su bolsillo tiene potenciales consecuencias sociales en término de empobrecimiento y, por otro lado, no poder pagarlo ocasiona desenlaces, a veces graves e irreparables, en concepto de enfermedad, pérdida de años, calidad de vida y muertes.

En cuanto a las desprolijidades administrativas, en función de los casos que examiné, estoy convencido que fueron producto de intentar garantizar la accesibilidad, y de facilitar el procedimiento, en algunos casos, por cuestiones de salud y en otros, por las condiciones sociales del paciente. De mi parte gestioné estudios solicitados por muchas personas, incluidos los secretarios de salud anteriores, la ex concejal Vilma Baragiola (a través de sus asistentes), la actual concejal Leniz, la Defensoría del Pueblo, etc. En otros casos, fue el personal quien facilitó el estudio. Quizá ese haya sido el error, el no haber puesto mayores barreras que siempre intentamos minimizar para facilitar la atención y reducir trámites burocráticos. Espero que las correcciones que se hagan no terminen afectando la buena atención.

Debo hacer una aclaración a los conceptos vertidos por el Dr. Blanco. Yo fui informado de esta situación de manera informal hace un mes, y es a partir de mi conocimiento del tema y los planteos expuestos, que decido presentar inmediatamente mi renuncia para que se pueda evaluar en profundidad y sin obstáculos, siendo iniciado el sumario 1 mes después, llamativamente, el día que mi renuncia es aceptada. Espero que este sumario concluya con la verdad de los hechos.

Solo puedo decir que me siento orgulloso de haber formado parte del proyecto, que fue valorado por propios y extraños; me siento orgulloso de haber trabajado con un plantel profesional de excelencia en su formación y un equipo de administrativos y personal de servicio totalmente comprometido en atender bien a nuestros vecinos. Me siento orgulloso de las metas logradas y también triste por las no alcanzadas.

Sentí desde el inicio que era un escollo para esta administración por no coincidir en sus valores ni políticas, y es esa suma de factores los que me hicieron tomar la decisión de dar un paso al costado para no afectar el normal desenvolvimiento de la gestión y para que se investiguen estas desprolijidades que estoy convencido no fueron más que acciones de buena voluntad.

Seguiré luchando por una Salud Pública que garantice equidad, resultados y excelencia y que estos servicios estén disponibles principalmente para quienes más lo necesitan”.

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